¿Qué seré, qué seré?

Si me apoya El Comercio, y toda la “gentita” de poder, si se me acusa de “caviar”, si las encuestadoras supuestamente me favorecen, ¿qué seré?

Si me las quiero dar de bacán y de tener mucha calle, si llevo gente extraña en mi plancha, si voy donde Bayly, le caigo nice y me apoya, ¿qué seré?

La respuesta es bien sencilla, la “candidata de los ricos”, así de simple.

Bueno, en este caso la torta se volteó y ahora le tocó a “Pinky Su”, ser la candidata de los ricos.

Aclaro mi posición de la siguiente manera:

1. No importa que tan “loconas” sean tus propuestas, la prensa va a decir que eres una “trome”, que tus ideas son súper revolucionarias e innovadoras.
2. No importa que tan bajo estés en las encuestas, vas a empezar a subir (hasta para tu propia sorpresa) y de pronto zas!!! es una tendencia.
3. No importa lo que hagas, eres de lo más chispeante y tienes mucho carisma. Ahh… y sobre todo has logrado enganchar gracias a tu amable sonrisa que encandila a cualquiera.

Hasta ahí todo muy bonito, pero claro eso no es gratis (como todo en la vida). Resulta que nada de lo anterior es cierto, la única verdad es que le eres útil a alguna gente que obvio tiene intereses superiores y que solo manejan los hilos para que esto sea así.

Otro ejemplo más simple, Britney Spears sería una gordita graciosa, sino hubiera una empresa enorme detrás a la que le conviene que la pobre chica, crezca, llore, engorde, adelgace, etc. Todo con tal de vender más discos y claro - excepto para ella - todos somos consientes que no tiene ningún talento. Bueno pues, es lo mismo pero para la Alcaldía de Lima.

Así que la pobre “Pinky Su”, pasó a ser - contra su voluntad o con ella - la candidata de los ricos y la verdad se siente como en casa en esa ubicación.